Los grandes aviones tienen instalados entre 650 y 900 km de cables para conectar todos los equipos del interior. Todo el sistema tiene que funcionar en condiciones extremas, desde temperaturas muy bajas en el exterior del avión durante el vuelo hasta temperaturas máximas elevadas, como alrededor del motor. El cableado y su marcado deben cumplir los requisitos de seguridad más estrictos. Los marcadores de cables de la serie ProSleeve son ignífugos y extremadamente resistentes a la temperatura, de conformidad con las normas UL y CSA.